julio 31, 2011

Una resaca poco común

Sentado en frente de su computadora, con las manos en su teclado, los dedos iban mas rápido que su mente; estaban ansiosos. Todavía siente el gusto amargo y seco que quedo en su garganta, es que en alguna hora de la mañana se había levantado para ir al baño y vomitar, sentía revuelto el estomago y eso lo calmo.
Sentía una frustración tal que el pecho parecía que iba a explotarle, sus manos aún ansiosas seguían moviéndose sin resultado alguno, no se le ocurría que escribir. No podía, no le salía, ya la frustración era cada vez mas un miedo.
Seguramente el ambiente no era el adecuado, pero su necesidad era urgente y no podía hacerse esperar, tenía que liberarse de una carga importante que apareció días atrás ese fin de semana, que hoy ya culminaba.
Era como un déjà vu, solo que constante, todo volvía a parecerle familiar, y era extraño también porque hacía tiempo que no se sentía de esa forma.
Tal vez era solo que en busca de mover sus manos que en ese entonces estaban heladas, genero la excusa para ponerse a escribir, o solo era casualidad que ambas cosas se pudieran llegar a relacionar en ese momento.
Lo que si era seguro es que la ansiedad ya no lo invadía, sus manos estaban tranquilas y gélidas como en un principio, su estomago volvía a sentirse revuelto.

julio 15, 2011

Segundos

Estaba sentado, con sus manos inquietas, pero su mente inmóvil, congelada. Sentía nada, si nada, pero no estaba en blanco, había colapsado. Una sobredosis de sentimientos, información, sociedad, realidad, obligaciones, recuerdos; ya no entendía nada, todo pasó a ser una mezcla.
El oscuro y frío velo de la noche ya estaba cubriendo el cielo. Era media noche. Algo lo preocupaba, pero tan vacío, tan vacío. Si vacío era la palabra que salia desde sus pulmones, pasaba por su garganta, llegando a sus labios para dejar el calor y la humedad de su boca. Junto con su aliento se desvanecía no muy lejos de su cara.
Hay limites para todo, si para todo. Uno se cansa de revolver para hallar mas espacio donde ya no hay, a veces se le cruza por la mente que mejor hubiera sido si no hubiese malgastado el poco espacio que quedaba, pero ya rebalsaba.
Incomprendido, y sintiéndose más solo que nunca, sin poder entenderse ni el mismo, sentía la inquietud jugando en su estomago.
Ya estaba cansado de que lo molestaran hasta en su propio hogar, la paz no existía en su vida; no existía como algo, era simplemente utópica.
Tan incomodo y desorientado, no siente ni tristeza ni alegría. Es extraño.

julio 03, 2011

Allá, si...

Quiero irme lejos, a un bosque, si a un bosque, con muchos arboles formando bulevares donde los rayos del sol pasan como columnas entre las hojas, con un piso otoñal, un colchón de hojas muertas pero vivas a la vez , y una briza que no llega a ser fría ni cálida, con el susurró en mis oídos de mil melodías hermosas, sinfonías, obras, arte, belleza, pureza; si mi alma llena de pureza, quiero aprender a volar, sin tener alas, volar con el viento y sus subordinadas hojas que lo siguen fiel a donde el vaya, quiero crecer, cambiar, llegar donde pocos llegan, conocer cosas nuevas, alimentar mi corazón, mi fe y mis sueños; que ya están hambrientos hace años. Quiero renacer, quiero cambiar, un árbol tal vez, son tan, majestuosos, tan bellos, tan armoniosos; danzan tan gratos al compás del viento, tienen una voz tan armoniosa, y su belleza no para ahí, sus hojas, producto de su creación, de su bella arte, vuelan y van mas allá, como ideales.
Me gustaría poder visitar ese mundo, ese lugar, con el cual mi alma sueña en todo momento, sin cansarse, un sueño sin imagen, con sonidos que cambian, como si fuera el viento, y con una sensación muy presente, tan clara, tan física e intangible, que la imagen no es necesaria. Hay una paz inconfundible en ese lugar, por eso mi cuerpo, mi ser, sueña con el, sabe que somos parte de el y quiere que lo lleve ahí, antes de que sea muy tarde; antes de perder la libertad, antes de ser encarcelado antes de que me saquen las alas que nunca tendré.
Que no sea tarde, solo eso pido, ruego y anhelo, espero encontrar ese paraíso, esa libertad, caminar al ritmo del viento acompañado por la melodía de las hojas; ir más allá lejos de todo.
Pierdes mas tiempo preguntándote por qué, que viviendo tus días; no pienses lo que serías, simplemente se.