julio 31, 2011

Una resaca poco común

Sentado en frente de su computadora, con las manos en su teclado, los dedos iban mas rápido que su mente; estaban ansiosos. Todavía siente el gusto amargo y seco que quedo en su garganta, es que en alguna hora de la mañana se había levantado para ir al baño y vomitar, sentía revuelto el estomago y eso lo calmo.
Sentía una frustración tal que el pecho parecía que iba a explotarle, sus manos aún ansiosas seguían moviéndose sin resultado alguno, no se le ocurría que escribir. No podía, no le salía, ya la frustración era cada vez mas un miedo.
Seguramente el ambiente no era el adecuado, pero su necesidad era urgente y no podía hacerse esperar, tenía que liberarse de una carga importante que apareció días atrás ese fin de semana, que hoy ya culminaba.
Era como un déjà vu, solo que constante, todo volvía a parecerle familiar, y era extraño también porque hacía tiempo que no se sentía de esa forma.
Tal vez era solo que en busca de mover sus manos que en ese entonces estaban heladas, genero la excusa para ponerse a escribir, o solo era casualidad que ambas cosas se pudieran llegar a relacionar en ese momento.
Lo que si era seguro es que la ansiedad ya no lo invadía, sus manos estaban tranquilas y gélidas como en un principio, su estomago volvía a sentirse revuelto.

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