Esencias del vivir

Que queda después del sufrimiento, después de perder... bueno quedan varias cosas.
Confusion, odio, resentimiento, dolor, tristeza, si sentimientos verdaderamente oscuros que lo llevan a uno a sumergirse en una depresión sin escalas.
Pero no termina ahi, queda en uno levantarse y superarlo, salir de esa fosa oscura y emerger.
El trayecto es doloroso, y el miedo esta presente. Sufrir no es una opción, es un hecho una realidad, se respira dolor y ganas de abandonar.
En un estado tan volátil uno puede decir, pensar y sentir cosas que son reales pero en un realidad que no encuadra demasiado en el campo de lo neutral. Podría decirse que son reales cuando uno esta sumergido en ese mar oscuro de despecho. Lo mismo se aplica cuando uno esta extasiado de placer, felicidad, alegría.
Es así como me doy cuenta que cometí el error de decir las cosas en campos cruzados y mal ubicados, ya que el receptor no estaba en el mismo plano que yo. Y no dudo en que alguna vez vuelva a pasar, soy humano y vulnerable a los errores.
Pero lo enriquecedor de todo esto es cuando uno llega al plano medio entre estos dos extremos, uno allí puede exponer sentimientos y acciones de ambos planos que no compaginarían en un solo extremo.
Esta mitad, este balance, este equilibrio es lo que hace valer el sentir, el sufrir, el estar vivo.
Alumbra mi alma y genera sensaciones únicas que perduran en el interior de uno infinitamente, a esto yo le llamo crecer.
Entonces uno comienza a darse cuenta que la realidad es  vivir en un juego extremo y que puede llevar vuelcos inesperados. Solo queda en uno ser un jugador hábil y sabio para poder aporvecharlos de la mejor manera.

Y  ahora me doy cuenta que el destino y las coincidencias no son fantasías sino que son hechos, hechos manejados por la voluntad y decisiones de uno mismo, y de los demás. Todo se conecta con todo en una fina y delicada, ademas de extremadamente compleja, cadena.
La realidad,  el tiempo, el vivir, la esencia de las cosas; puede simplemente estar en el pétalo de una flor como en el suspiro de una  mujer.