marzo 13, 2011

Una ecuación cuyo resultado es vacío y dolor

Basta, basta!- decía el niño ya cansado, ahogado por la desesperación de saber que seguiría y seguiría ocurriendo, que ese sentimiento que le parecía tan ajeno, no lo fuera y cada vez era más y más cotidiano en su vida. Es que su corazón tanto como su alma se volvían adictos, como un fumador con sus cigarrillos de tabaco, y consumían cada vez mas ese dolor; claro esta como cualquier sustancia o acción que generara adicción; cuando ausentaba en ellos, irónicamente, se sentían vacíos.

1 comentario:

  1. Me está gustando mucho lo que estás escribiendo. Esperando más!

    ResponderEliminar