marzo 04, 2011

Puntadas en el asunto

Ni más ni menos, solo un poco, no menos que días anteriores, simplemente esas voces me hablan.
Como si un grupo de mujeres ya mayores, sin llegar a ser ancianas, se encontraran luego de haber estado un largo tiempo alejadas e inevitablemente sientan una necesidad incontrolable de charlar y chismear entre ellas; como en aquellas épocas en las que la lujuria, las emociones y las aventuras acompañaban sus jóvenes y unidas vidas; y ahora por fin después de tantos años ellas volvían a sentirse como esas jóvenes ya casi olvidadas y que solo viven en recuerdos.
No encuentro razones especificas, está claro, las voces me bombardean a diestra y siniestra, no planean callar y menos hablar una a la vez.
Pero eh ahí la habilidad de adaptarme y aprender a amoldarme, acostumbrarme al ritmo que me imponían esas voces; y como una anciana ya marcada de experiencia, tejer todas esas voces y de a poco formar una prenda con esos hilos que iban apareciendo de todos lados y sin tregua.
Claro, algo fallaba en ese plan casi perfecto, soy joven aún, y la experiencia viene con los años acumulados, y muchas prendas por tejer.
No por eso dejaba a mitades esas prendas, o mejor dicho intento de prendas, orgulloso las terminaba y guardaba en el placar, ya sabiendo que mejor forma iban a tomar con el tiempo y la practica.
Sin irme por las ramas, hay una voz en particular que se hace notar con claridad entre todas las demás, y no hace falta ningún tipo de esfuerzo para escucharla y entenderla; pero no por eso es grato lo que me dice, y no por eso me aclara mas las cosas. Su mensaje sencillo, pero a la vez confuso, dejando una marca profunda dentro mio siempre es el mismo: " Tejes mas prendas de las que usas, y se pueden echar a perder las que permanecen mucho tiempo guardadas, podrías comprar naftalina y así evitar las polillas, pero aun así se pueden atrofiar por el paso del tiempo, y hasta podrían ya no quedarte cuando quieras usarlas. "

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